Nueva colaboración para @eldiarioes sobre los peligros y la negligencia social que reside en las personas que se atreven a opinar sobre la salud mental de los demás en un contexto social. Normalmente personas con un poder adquisitivo distinto al tuyo, herederos de la burguesía de sus antepasados.
Que la salud mental esté más en boca de todo el mundo no es algo que haga de la nuestra una sociedad mejor y mucho menos un pilar que dignifique nuestra profesión. Es así como al hablar de algo aparentemente beneficioso corremos el riesgo de RETRAUMATIZAR a nuestros semejantes.
Existe en lo psicológico una NEGLIGENCIA SOCIAL latente cada vez que hablamos, sin filtro, de salud mental y la posibilidad de ejercer daño se convierte en una realidad cuando nos compadecemos del prójimo. Según explica el doctor en Psicología por la Universidad de Salamanca Luis Raimundo Guerra Cid en su libro «Palos en las ruedas. Una perspectiva relacional y social sobre por qué el trauma nos impide avanzar», normalmente las personas que traumatizan suelen ser las más cercanas, precisamente aquellas personas de las que esperábamos ayuda.
El OPTIMISMO TÓXICO carga contra un pesimismo defensivo, más realista y responsable. Se presume más el optimismo, seguramente de forma interesada, a pesar de que según estudios la búsqueda de la felicidad puede producir resultados y efectos negativos.
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Puedes leer el artículo completo en el siguiente enlace: Los peligros de opinar sobre la salud mental de los demás.